La transcripción y el material de trabajo solo están disponibles para los suscriptores premium. Si quieres acceder a este contenido contrata nuestra suscripción premium.
En este episodio Roi y Paco hablamos sobre las bodas, hablamos de las cosas que nos gustan y, sobre todo, de las cosas que no nos gustan de las bodas, ya veréis que son varias.
Transcripción del audio
Hoy Hablamos, episodio 1419. Hablamos de bodas.
Bienvenido a Hoy Hablamos, el podcast diario para aprender español. Los viernes publicamos dos episodios.
El episodio premium de hoy es gratuito para todos, todos los oyentes podéis escucharlo y también podéis ver la transcripción y los ejercicios de forma gratuita. En ese episodio Rebe y yo hablamos de una fiesta de un pueblo de Galicia a la que hemos ido recientemente, una fiesta en la que se representan actividades antiguas y tradicionales. Os animo a escucharlo porque es una fiesta muy interesante que muestra cómo se vivía antaño.
Ahora, en este episodio, Paco y yo hablamos sobre las bodas, hablamos de las cosas que nos gustan y, sobre todo, de las cosas que no nos gustan de las bodas, ya veréis que son varias.
Hoy hablamos de las bodas.
Roi: Hola, Paco. ¿Qué tal?
Paco: Buenos días, Roi. Buenos días, queridos oyentes. ¿Qué pasa? ¿Cómo vamos?
Roi: Pues yo muy bien, Paco. ¿Y tú qué tal? ¿Cómo estás? Te noto cansado eh. Te noto así, con la cara como cansada.
Paco: Venga, ya te estás metiendo conmigo. Ya me estás insultando de nuevo. Que tengo mala cara.
Roi: No sé. No sé. Realmente el que está un poco cansado soy yo, porque estoy un poco resfriado. Entonces, si notáis mi voz un poco rara no es que… no es que me haya hecho algo especial en la voz, sino que estoy resfriado, Paco. Entonces, como yo estoy un poco cansado, a ti también te noto cansado.
Paco: Bueno, en realidad hay una explicación porque tú estás un poquito resfriado, yo vengo de una boda. Entonces estamos los dos un poco fastidiados.
Roi: Claro, por diferentes motivos. En mi caso es una enfermedad, un virus o lo que sea. Y en tu caso, bueno, también es otro virus. Las bodas, otro tipo de virus.
Paco: Otro tipo de virus. Porque las bodas están en todas partes. Todo el mundo se casa.
Roi: Son contagiosas cuando se casa una persona. Luego en su círculo, a veces, se van casando otras personas. Es como que se contagian.
Paco: Tienes razón. Y luego incluso te encuentras un poquito raro por no haberte contagiado, porque luego todo el mundo te pregunta, ¿tú cuándo te vas a contagiar? Es decir, ¿ tú cuándo te vas a casar? Y es la típica pregunta en las bodas, claro, ¿cuándo te vas a casar?
Roi: Así es, entonces las bodas son contagiosas. Y, bueno, Paco, perfecto que hayas ido de boda, qué casualidad, porque vamos a hablar un poquito de esto, vamos a ahondar un poquito más en tu experiencia en esa boda y hoy vamos a hablar un poco de las bodas de la gente que se casa, de esta gente loca.
Paco: Si es que la gente es un poco rara. Es que cuando firma ese documento, el documento de su boda, está firmando algo peor que una hipoteca. Es un compromiso para toda tu vida.
Roi: Claro, porque una hipoteca a los 30 años o a los 40, si coges una hipoteca muy muy larga, ya está, se acaba. Pero la boda es hasta que la muerte nos separe. Y como vivas muchos años, que en España tenemos una esperanza de vida muy larga, cuidado eh, qué contrato.
Paco: Hasta los ochenta y cinco años.
Roi: Hasta los 85 hasta los 90 ahí, que dices “a ver si me muero ya que estoy aburrido”. Nada, que va, estamos de broma. Estamos de broma. Por supuesto, es algo muy bonito. Las bodas son algo muy bonito. También hay divorcios. Hay una parte triste.
Paco: Claro, es decir, hemos dicho antes que hasta que la muerte nos separe, tampoco es así porque para eso existen los divorcios.
Roi: Claro, hasta que el abogado nos separe o hasta que el juez nos separe. Antes era la muerte. Hoy en día ya, ya no, hoy en día ya lo que se… lo que se firma se puede romper fácil pagándole a un abogado un par de acuerdos y ya… ya se acaba el matrimonio. Pero, bueno, vamos a verlo desde un punto positivo, vamos a verlo como, al final, lo que es, una unión de una pareja que, a ver, tampoco hace falta casarse para estar unido, para tener realmente un compromiso férreo y vivir una vida a largo plazo con alguien.
Paco: Tienes razón, pero es verdad que para muchas personas es como el paso definitivo, es decir, vale, ya, si firmamos y nos casamos ya es el paso oficial, entonces, ya es lo definitivo casi.
Roi: Claro, es como “ahora me lo tomo en serio” antes de casarme, bueno, aún estaba pensando si buscarme otra novia. Venga, ahora voy a ponerme serio. Voy a firmar. A ver sí, sí, es cierto ¿no? Es cierto. Pero, a ver, también puedes estar con una persona. Yo conozco gente, conozco gente ya de 50 años, algunos padres de algunos amigos que nunca se han casado y han tenido hijos. Es raro, sobre todo en esa generación de gente de 50, 60 años. Es raro no casarse, pero conozco algunos padres de algunos amigos que nunca se han casado.
Paco: Pero eso creo que se va a repetir más en el futuro. De hecho, ya se está viendo eso porque seguro que muchos de nuestros amigos, conocidos, ya que estamos en una edad en la que ya hay muchas bodas, con 30 años y tal, pues seguro que reconoces a muchas personas que no tienen pensado casarse. Y, por ejemplo, sin ir más lejos, tú y yo no estamos casados todavía.
Roi: Sí, es cierto, nosotros no estamos casados. Pero, bueno, ¿tú cuántos años tienes, Paco? ¿30, no?
Paco: Este año 31. No me quites un año.
Roi: Vale. En octubre, el 11 de octubre, que me acuerdo. Vale, tienes… vas a cumplir 31. Yo he cumplido recientemente 28. Que conste que, según los datos españoles, todavía no estamos en la edad de casarnos, porque hoy en día la gente en España se casa a los 30 y pocos sobre los 34-35 los hombres, sobre los 33 las mujeres. Entonces, realmente, tú y yo aún no estamos en edad de casarnos, según los estándares actuales, claro. Hace 40 años la gente se casaba mucho más joven.
Paco: O, por supuesto, en el pasado, hace unas cuantas décadas, seguro que nuestros padres, tíos, abuelos etc. se casaban a los 20 años o a los 22.
Roi: Sí, sí, a los veintipocos. ¿No? Tú cumplías los 18 y ya tenías que tener tres hijos, casado, una hipoteca. Y ahora cumples los 18 y ni coges el autobús tú solo que aún van, los niños aún van con sus padres con 18 años en el autobús. Niño, que ya puedes ir solo, que no te va a pasar nada.
Paco: Con 18 años quieres que tus padres te acompañen al médico, quieres pasarte el día jugando a la videoconsola. Nuestros padres con 18 años ya estaban trabajando, ya estaban casados, casi.
Roi: Casi, casi. A ver, estoy, estamos exagerando un poco. Mi madre yo creo que se caso a los 24 o a los 25. Pero sí que es cierto que hoy en día todo lo hacemos mucho más tarde, maduramos más tarde también, comenzamos a trabajar más tarde. Todo lo hacemos más tarde. Queremos disfrutar más. Queremos, no queremos responsabilidades tan pronto, queremos estar relajados.
El resto de la transcripción solo está disponible para los suscriptores premium. Si quieres acceder a este contenido contrata nuestra suscripción premium.
Estoy casada desde hace ya casi 16 años y por lo que yo sepa, ningún divorcio a la vista. Además me casé bastante joven, como veinticuatroañera (siquiera existe esa palabra o me la acabo de inventar?). Pues parece que no encajo en las estadísticas. Curiosamente, tanto mi abuela como mi madre se casaron y tuvieron hijos mucho más tarde. Mi boda – te la gustaría Roi – fue una celebración pequeña, solamente para la familia y los amigos más cercanos. Y no me arrepiento, fue una de las mejores bodas a las que asistí jamás. También me acuerdo como si fuera hoy el día en el que mi marido me pidió la mano (con anillo y todo, muy chulo), porque en el mismo día me enteré que estaba embarazada! Bueno, no es que no lo hubiéramos planeado antes, pero todavía fue un día de sorpresas! El día de mi boda fue espléndido, desde luego yo sobre todo – guapísima y más feliz del mundo.
Gracias por el podcast de viernes.
Nos casamos hace 30 años y todavía estamos casados. Nos casamos en diciembre en la oscuridad y creo que lo mejor era la luna miel con treinta días en el Caribe.
No hay muchos divorcios entre nuestros amigos, menos que diez por ciento, pero entiendo que un divorcio puede ser contagioso.
Muchas gracias por este episodio del podcast.
Hola Roy, hola Paco, quiero contarte mis experiencias con mi boda. Mi marido y yo hemos casado en el ano 2014. Creo que fue una boda muy diferente de lo que vosotros has experimentado como invitados en bodas de tus familiares y amigos. Fue una boda como muy, muy intima. Estuvimos solo tres personas: mi marido, yo y el registrador. No teníamos comprado flores pero porque fue la unica boda este día (en invierno al 18. de diciembre) el registrador (que estuve un hombre muy amable) me regaló las flores que tenían en el cuarto de boda. Estaban flores muy lindas en color blanco y de verdad me gustaban mucho. El registrador hizo unas fotos de nosotros de buena calidad con el mobil de mi marido. Me gustan estos fotos más que las fotos de las bodas de mis hermanas que hicieron fotografos especialitas porque son muy naturales y alegres. Teníamos una sopa de verduras para comer que fue del día anterior, asi no teníamos que trabajar para preparar lo en este día. Hicimos un paseo en la naturaleza y una ciudad cercana que nos gusta. Fue un día muy relajado. Parece que fue una día muy normal y esto fue nuestro deseo para el día de nuestra boda. Si tenía que decidir otra vez como quiero casarme quería decidir hacer la boda de la misma manera como hizo. Mi marido y yo estamos todavia alegre juntos. Saludos desde Alemania Beate
Ya sabemos que no os gustan las fiestas y los acontecimientos que les molestan a los introvertidos, pero os ofrezco una solución. Dado que os gusta ahorrar dinero y también crecer la comunidad de Hoy Hablamos, ¿por qué no nos ofrecéis una boda solo para suscritores premium? Imaginad las posibilidades: nos podéis cobrar una fortuna para recibir una invitación exclusiva. Y aún más para los extras – unos 100€ para leer un comentario a voz alta durante la recepción, unos 200€ para escribir vuestros votos y 500€ para saborear la tortilla auténtica y de fama mundial del Don Paco. Ganaríais tanto que podríais hacer una luna de miel de lujo y grabar nuevos episodios premium describiendo como es la vida en las Islas Mauricio. Así que los suscritores ganaríamos también en un círculo virtuoso. Pues gracias por considerar esta opción de boda premium. No puedo esperar mi invitación por correo. 😊
En la última boda a la que fui, no quise ir y dije que solo iría si no necesitaba usar traje, pero en lo día me dio vergüenza y alquilé un traje.
Holà Roi y Paco!
Gracias por el episodio, tengo que decir que fue un alivio sentiros hablar así de las bodas jaja… A veces me siento desalmada o cínica porqué es un tema que me aburre muy rápido, aunque se trate de amor y felicidad. Pero no sé, sobre todo cuando es una boda muy grande, me parece siempre un poco artificial – aunque mi hermana se casó ya hace quinze años con una boda grande que fue muy bonita.
Yo la verdad me siento demasiada pigra (y seguramente tacaña tambien) para organizar tantas cosas por un día solo… Y aúnque estoy muy feliz con mi novio, no entiendo muy bien la necesidad de casarse… Quizás es tambien porque no estamos juntos por tanto tiempo pero bueno, me emociona mucho más la boda de Beate, que lo describe como un día muy normal, al final. Porqué lo han disfrutado los dos, sin necesitar a alguién más como testigos… Me parece un compromiso mucho más fuerte.
Lo peor es asistir a la boda de un casi desconocido… o cuando un colega està por casarse y te habla de todos los detalles… jolín, que fastidio hablar por horas de bodas…! O sentirse obligado de invitar a un tal porqué te ha invitado él… Qué horror! Hay que romper estas formalidades que no sirven a ninguno!
El pasado verano, dos de mis colegas han tenido hijos y tres se han casado… Una colega ha empezado a pedir al equipo un poquito de dinero para comprar un ramo de flores (flores! quién necesita un ramo de flores?) para felicitar una, y entonces todos han empezado a escribir mensajes pidiendo dinero para las otras, y me parecía absurdo, como un poco arcaíco… Ya, primera cosa: tienen aparentemente suficiente dinero para organizar bodas o tener un hijo, entonces que necesitan mis céntimos para comprar más flores?! (tengo que precisar que trabajamos en la administración pública y no guadañamos mucho, para nosotros entonces no es poco gastar 50 € en regalitos que ninguno pide de verdad…) Pues, segunda cosa, una otra colega se ha mudado en París para seguir a su novio… No le hemos comprado flores para felicitarla! Y esa otra que desde hace poquito vive con su novio de cinco años, le hemos comprado flores? No! Un pacto civíl no se recompiensa con flores, ni una persona que supera traumas y tiene finalmente una relación sana va a reclamar un ramo de flores para festejar su primero aniversario, y para mi no significa por lo tanto que esas experiencias valen menos de un matrimonio. Entonces, me da más la impresión de felicitar a personas que cumplen lo que la sociedad quiere que alegrarme de verdad para los cambios positivos que hacen esas personas.
Y quizás me tomo las cosas demasiado en serio 🙂 Sobre todo que, os tranquilizo eh, hago ese tipo de discursos, y pues cuando la novia se acerca del novio para intercambiar los anillos, lloro de emoción y con mucha sinceridad!
En martes, ni te cases ni te embarques y en otros días también. Recuerdo que cuando era joven, en cada boda, los amigos comentaban: ¿quién será el próximo? Ahora me repiten la misma pregunta cuando voy a un funeral, todos mirando mi cara. Hablando en muerte, una preguntita para todos: ¿Crees en la vida después del matrimonio?