En este episodio premium Rebe y Roi hablan sobre cómo es vivir en pareja.
Transcripción del audio
Hoy Hablamos Premium, episodio 112. La convivencia en pareja, con Rebe.
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Hola, hola, ¿qué tal, queridos y queridas oyentes? ¿Todo bien? Perfecto. Pues en este episodio premium tenemos una conversación entre Rebe y yo.
Hoy hablamos sobre nuestra visión de la vida en pareja, los obstáculos que nos hemos encontrado y cosas que creemos que son importantes para que la convivencia sea buena.
Vamos a escucharlo.
Roi: Hola, Rebe. ¿Cómo estás?
Rebe: Hola, Roi. Muy bien, ¿y tú qué tal?
Roi: Pues bien, como siempre, ninguna novedad…
Rebe: Perfecto. Mejor que sea como siempre que… que sea mal.
Roi: Pues sí… Hoy vamos a hablar de parejas, Rebeca.
Rebe: Uf, pues, espero que no sea un examen, Roi, porque no sé si estoy preparada.
Roi: Bueno, si fuera un examen, yo creo que lo aprobarías. Pero no, no es un examen, puedes estar tranquila. Eh, vamos a hablar de… de la convivencia en pareja, ¿no?, de vivir en pareja. Y esto viene un poco por el episodio que grabé con Paco, ¿no? Está relacionado con ese episodio, porque con Paco, grabé sobre ventajas de tener pareja, y también ventajas de estar soltero, para mostrar un poquito las dos caras de la moneda.
Rebe: Bueno, espero que… que haya más ventajas en tener pareja que en estar soltero, eso espero, tengo que escuchar esos episodios.
Roi: Bueno, hay que decir que los hicimos un poquito… exagerados, así en tono humorístico; entonces, hay como mucha exageración.
Rebe: Sí, sí, sí, eso suena ahora un poquito a… a querer quedar bien, eh. Pero bueno, ya veré, ya veré.
Rebe: Bueno, bueno. Eh… pues, nada, Rebe, vamos a hablar de la convivencia en pareja, de vivir en pareja.
Rebe: Pues sí, vamos a hablar un poquito de eso. Y… tengo que decir que no es la primera vez que lo hablamos, porque a parte del episodio que hiciste con Paco, también tuvimos un poco este debate, esta charla, con una amiga que… está pensándose en ir a vivir con su pareja, y buscaba un poco la opinión del resto del grupo; y también hablamos un poco sobre esto, dimos nuestro punto de vista. Así que, vamos a compartir lo mismo con el resto de los oyentes.
Roi: Uhm, pues sí, sí. Digamos que estas semanas, pues, se han alineado los astros y hemos hablado mucho de temas relacionados con vivir en pareja y todo esto. Y… bueno, la convivencia en pareja, ¿qué podemos decir de esto? Pues es maravilloso.
Rebe: Qué forma de quedar bien, Roi, ya para empezar, quedando bien… No todo es maravilloso, tenemos que ser sinceros, no podemos engañar a nadie y decir que todo es maravilloso ya de primeras.
Roi: Claro, tiene sus cosas buenas; pero evidentemente tiene sus cosas malas. Así que, hoy vamos a hablar un poquito… un poquito de todo, ¿no?
Rebe: Un episodio sincero, vamos a decir de verdad lo que pensamos y ser realistas con cómo es vivir con una pareja. No vamos a dar una imagen feliz e ideal de cómo es.
Roi: Uhm, eso es. Y lo primero es que hay que ser realistas y hay que decir que algunas cosas de vivir en pareja, pues, en nuestra opinión, pues, son difíciles, no todo es fácil, no todo es… rosas en la cama y bombones… historias de amor. Vamos, que lo que viene en las películas, lo que aparece en las películas no suele parecerse a la realidad; al menos en nuestra experiencia.
Rebe: Estoy de acuerdo. Al final vivir con cualquier persona, sea o no tu pareja, puede ser un compañero de piso, no es fácil. Entonces, hacerlo con tu pareja tampoco, hay que adaptarse y no es sencillo, tiene sus cosas buenas y sus cosas malas, pero no es algo que llegas y ya es todo maravilloso. Pero me estaba riendo porque justo el ejemplo que pusiste de que no todo son rosas y bombones en cama; me hizo un poco de gracia porque en tu caso lo de los bombones… no está tan desencaminado, te encanta comer bombones, así que, lo de comer bombones en cama… quizá podría encajar.
Roi: Sí, podría adaptarlo a… a nuestra vida en pareja, ¿no?
Rebe: Eso no está desencaminado.
Roi: Sí, pero no sería muy romántico, en realidad, porque… te imaginas esta imagen de unos bombones colocaditos en la almohada. Pero en realidad estaría yo sentado con muchos envoltorios de bombones tirados por cama, yo con la boca toda manchada de chocolate, probablemente también la ropa, y no quedaría ningún bombón para ti, Rebeca; entonces, generaría una disputa, un problema..
Rebe: Esa imagen la veo completamente… creo que es completamente cierta. Podría pasar mañana mismo.
Roi: Vale, pues, aquí podemos hablar ya de un punto interesante sobre la convivencia en pareja. Y que es la expectativa versus la realidad; que puede ser que tú de expectativa tengas… esa imagen, ¿no? Que… vas a dejar unos bombones en la almohada y tu pareja va a decir: “Oh, cariño, muchas gracias”. Y va a ser algo bellísimo. Pero, en realidad, pues, tu pareja estará ahí comiéndoselos, manchando todo, y… os enfadaréis porque hay que lavar las sábanas; luego el chocolate no sale y tienes que tirar las sábanas a la basura… Y luego vas al médico y te dice que eres diabético… Bueno, es una cosa terrible.
Rebe: Es… esto podría pasar a algunas personas, no sé… Pero sí que es completamente cierto y todo el mundo tiene que tenerlo en cuenta. Cuando te vas a vivir con tu pareja, marcas unas expectativas que muchas veces no son nada acorde con cómo va a ser la realidad; tienes unas expectativas demasiado altas, se basan muchas veces en lo que ves en películas, en series, y no se parece a la vida real. En las series todo es diversión, todo son momentos especiales. En el día a día tienes que trabajar, tienes que limpiar la casa, tienes que hacer muchas tareas que no son tan divertidas. Y al final, pues, la convivencia no es siempre algo supersencillo, a veces llegas cansado de trabajar y no te apetece ponerte a hacer… no sé, cosas que se ven en películas de momentos… cocinando juntos tirándote harina y manchando al otro, porque si Roi tira harina y mancha la cocina me voy a enfadar mucho, que luego hay que limpiarla, quiero que cocinemos y acabemos rápido.
Roi: Pues… es así, comparto tu punto de vista. Ehm… ahora voy a preguntarte tu opinión, pero, por ejemplo, yo en mi caso tenía unas expectativas diferentes a la realidad; soy honesto, y cuando fuimos a vivirnos juntos mi idea, mis expectativas, pues, no eran lo que es ahora. En su momento, pues, fue un poco chocante, pero luego me di cuenta de que no era realista mi visión sobre la convivencia, ¿no? No tenía unas expectativas realistas. Y… creo que es bueno darse cuenta de que tus expectativas eran un poco absurdas y es normal que no se cumplan. ¿Cuál es tu caso, Rebeca? ¿Tú tenías unas expectativas más altas de nuestra vida en pareja? O realmente se han cumplido tus expectativas.
Rebe: Uhm… pues, creo que sí que tenía unas expectativas un poquito más altas, hay algunas cosas que esperaba que fueran de una forma y quizá no son al cien por cien así. Pero tampoco puedo decir que me haya llevado una gran desilusión porque tenía unas expectativas altísimas, era bastante realista; quizá porque no pasamos a vivir juntos del cero al cien, sino que algunos fines de semana ya estaba contigo, entonces… bueno, veía más o menos cómo eras tú en una casa. Entonces, no es tanto la sorpresa como una persona que pasa de ver a su pareja solo, pues… cuando quedan en un sitio y de repente vivir juntos. Entonces, creo que mis expectativas estaban un poquito más ajustadas.
Roi: Vale, entonces, estás diciendo que como pasábamos algunos fines de semana juntos, ya veías que yo era un guarro, ¿no?
Rebe: Exactamente. Ya no iba con la idea de: “Va a ser maravilloso y todo va a ser… toda nuestra casa va a estar perfecta e ideal”. Ya sabía que no iba a ser así…
Roi: Claro, no tenías esa expectativa de hombre de anuncio de un detergente, típico hombre que ponen ahora que hace las tareas de casa perfectamente con el delantal, limpiando, dejando la cocina impoluta. No es mi caso.
Rebe: Exactamente. Eres una persona que sí que hace el esfuerzo de hacer todas esas tareas, pero no… no te encanta que las cosas estén tan recogidas. Pero también se basa en conocer un poco a la otra persona, saber que no es así; así que, no pongas unas expectativas en esa persona que no son realistas, no esperes que… pues, una persona que no le encanta hacer regalos, de repente viváis juntos y cada día llegue a casa con una sorpresa para ti, no va a ser así…
Roi: Claro.
Rebe: Entonces, hay que ser realistas en cómo va a ser la convivencia.
Roi: Uhm. Y este ejemplo de los regalos es una cosa que has dicho así en general, ¿no?
Rebe: Se me acaba de ocurrir de una forma totalmente aleatoria.
Roi: Claro, claro, no está relacionado con tu experiencia personal. Ok, ok.
Rebe: No, no, para nada, no está basado en nada.
Roi: Pues sí… es así, ¿no? Y… yo tampoco digo que al no cumplirse mis expectativas me haya llevado un chasco, ¿no?, y haya sido algo terrible. Simplemente lo que yo esperaba que pasase no sucedió como yo creía, pero también algunas cosas que no tenías en cuenta, algunas cosas positivas, pues, de repente aparecen y dices: “Ah, mira, esta cosa que yo pensaba que iba a ser buena no es tan buena, pero hay otras cosas que sí que son buenas”.
Rebe: Exactamente. Simplemente es una cuestión de cómo tú te imaginas algo; si tú te imaginas algo de una forma muy concreta es muy poco posible, casi siempre, en cualquier ámbito de la vida, que se acabe cumpliendo. Entonces, no puedes pasarte toda tu vida imaginando cómo va a ser algo porque luego te va a defraudar, casi seguro.
Roi: Sí, es que, de hecho, estaba pensando eso mismo; que en realidad esto se aplica a todo en la vida, porque las expectativas que tienes de las cosas generalmente nunca se cumplen, simplemente porque las cosas no son como nosotros pensamos; puede haber una diferencia pequeña o una grande, pero yo… en lo que llevo de vida, que tampoco es muchísimo, pero bueno, en mi experiencia personal, siempre lo que pensaba de: “Cuando haga esto, cuando tenga esto. Cuando viva con mi pareja… cuando tenga un salario. Cuando ya no viva con mis padres”. Todas esas expectativas, no se cumplieron porque… lo que yo pensaba que iba a ser una cosa, luego resultó que era otra, no quiero decir que fuera malo, pues, simplemente, pues, la realidad no era como yo pensaba y ya está.
Rebe: Sí, simplemente es cuestión de no… no esperes que todo sea magnífico, porque no va a ser así. Pero eso no quiere decir que no te vaya a hacer feliz, simplemente, pues, no va a ser exactamente como tú te lo imaginas, lo cual no quiere decir que no te hagas ilusión, o sea, no te hagas ilusiones, no tengas ilusión por irte a vivir con una persona. Simplemente no creas que va a ser todo maravilloso porque… es difícil que sea así cuando tú quedas con tu novio un sábado, pues, te pones divina, pones tu mejor vestido, te arreglas, vais a un sitio más especial y todo es maravilloso, cada momento del día es maravilloso… Pero en tu día a día cuando ya llevas viendo a la misma persona años, pues, ya te quedas todo el día en pijama, sin lavarte el pelo y… tirados en el sofá sin hacer nada. Entonces, no todo es como tú te esperabas, no cada día va a ser superespecial.
Roi: Uhm, así es. Y… relacionado con esto de la expectativa versus la realidad, está el tema de que cuando convives con alguien, en nuestra experiencia, pues, eh… lo primero que aprendes, o de las primeras cosas que aprendes, es que tienes que adaptarte a la otra persona y cosas que tú antes hacías de una forma, pues, ahora tienes que cambiar y tienes que hacerlas de una forma distinta para poder adaptarte a las preferencias de tu pareja.
Rebe: Exactamente. Creo que la convivencia se basa en adaptarse, adaptarse mutuamente el uno al otro. No quiere decir que tengas que cambiar por la otra persona, simplemente tienes que adaptarte un poco a cómo a él le gusta hacer algo, o cómo está acostumbrado hacerlo. Convivir, básicamente, con la otra persona, no querer hacer todo de la forma que a ti te gusta y ser siempre el que gana en todas las discusiones y como se hace todo, porque a la otra persona puede gustarle hacerlo de otra forma.
Roi: Claro. Y aquí, por ejemplo, podemos hablar de hábitos. Pues tú, al final, a lo largo de tu vida, desarrollas hábitos, y cuando vives solo, o cuando vives con tus padres, quizá tienes unos hábitos que luego cuando vives con tu pareja tienen que cambiar, no todos, pero algunos en concreto pueden cambiar. Y yo voy a dar un ejemplo concreto de nuestra experiencia personal conviviendo.
Rebe: A ver qué dices.
Roi: Y creo que algunos oyentes pueden verse reflejados en este ejemplo. Y es que yo, la lengua extranjera que aprendo es el inglés, ¿no? A mí me gusta aprender inglés, aunque ahora no le dedico muchísimo tiempo, siempre de manera un poco pasiva, estoy practicando inglés, ya sea hablando con alguien en inglés, leyendo algún libro… sobre algún tema, pero lo leo en inglés… O viendo series en inglés con subtítulos en inglés. Pero claro, esto, por ejemplo, era un hábito que yo tenía que tuve que romper cuando empecé a vivir contigo; y al principio reconozco que… se me hacía un poco duro. Y es que a ti no te gusta ver las cosas en inglés, sino que te gusta verlas en español, además series… yo qué sé, de Estados Unidos o de Inglaterra, que son en inglés en su versión original, pero no, las vemos dobladas al español. Y yo es algo que odio… pero he aprendido a vivir con ello.
Rebe: Creo que en este caso, Roi, hemos aprendido a adaptarnos el uno al otro, porque… en los últimos meses, sobre todo, ya el último año, quizás, vemos mucho más las cosas con subtítulos, porque he admitido que es cierto que muchas veces son mejores, cambia mucho ver a los actores originales hablando. Así que, ahora, pues, yo me he adaptado y veo las series en sus idiomas originales aunque sea en coreano. Así que, ahora estoy viendo series en coreano y no me quejo…
Roi: Es verdad, porque recientemente hemos visto… el Juego del Calamar, esta serie que está tan de moda ahora, de Netflix. Y… a mí me gusta ver las series en su versión original, sea el idioma que sea, coreano, alemán, turco, me da igual, a mí siempre me gusta verlas en versión original. Y… pues, la vimos en coreano, me pareció muy interesante, porque la forma de expresarse que tienen los coreanos es distinta a la que tienen los españoles o los ingleses, o quien sea, ¿no? La forma de hablar y tal. Obviamente yo no sé nada de coreano, no entiendo nada de nada; pero me parece curioso y por eso me gusta ver las series en su idioma original. Y yo tengo que preguntarte, Rebe, ¿alguna vez habías visto algo en coreano?
Rebe: Pues, creo que en coreano… creo que no, la verdad… no lo sé. Puede que alguna vez haya visto algo y no me acuerde ahora.
Roi: No creo, no creo. Quizá en japones algún anime o algo así, pero yo creo que no. Entonces… en este ejemplo, podemos decir que cuando te adaptas a los hábitos o a las preferencias de otra persona también te sirve para conocer nuevos mundos o ampliar un poco tu vida y descubrir nuevas cosas.
Rebe: Sí, adaptarse creo que es algo muy bueno, porque aprendes otras formas de hacer lo que tú siempre hacías de la misma manera… Siempre tenemos esta típica frase cuando estás con alguien de: “Ah, en mi casa esto se hace así”. O… “Yo siempre hice esto de esta manera”. Pues, quizá no es la mejor manera, puedes aprender a hacerlo de otras formas. Entonces, adaptarse es una gran lección que tienes que aprender cuando vives con una persona.
Roi: Sí. Y… es muy importante. De hecho, si no te adaptas, yo creo que es difícil que la convivencia vaya bien. Así que, algún grado de adaptación el uno con el otro tiene que existir.
Rebe: Exactamente. Y otra cosa que hemos aprendido con el tiempo, es que… Que vivas con una persona no quiere decir que de repente seáis un pack y tengas que hacer todo con esa persona siempre. También tienes que tener tiempo para ti mismo, para hacer cosas que a ti te gustan, tus hobbies, tus pasatiempos; puedes quedar con tus amigos, lo que sea. No siempre tienes que estar con tu pareja las veinticuatro horas del día.
Roi: Claro, eh… Estar con tu pareja está genial, tienes que dedicarle tiempo y disfrutar de ese tiempo. Pero para disfrutar bien ese tiempo con tu pareja, también tienes que estar tú solo, o estar tú con tus amigos, tu familia, pero sin tu pareja, a veces. Yo creo que eso es importante, para poder disfrutar del tiempo con tu pareja también tienes que aprender a disfrutar de tu tiempo tú solo y con tus amigos; porque así luego tienes algo que contarle, ¿no? Si siempre haces todo con tu pareja, ¿de qué habláis? Si siempre hacéis todo juntos.
Rebe: Pues sí. Y además no tienes que tener siempre los mismos hobbies o las mismas pasiones que tu pareja. Tu pareja es una persona con la que compartes muchas cosas, pero no todo; entonces, quizá a uno le gustan los videojuegos y al otro le gusta más el deporte, pues, cada uno puede hacer lo que le gusta sin tener que arrastrar a la otra persona siempre. Entonces, pues, eso también es bastante importante.
Roi: Sí. Y, a ver, luego seguro que hay ejemplos de parejas que pasan todo el tiempo juntos y… y son muy felices y tienen los mismos hobbies, y están las veinticuatro horas del día juntos. Vale, perfecto, o sea, no decimos que no pueda funcionar eso, nosotros hablamos de nuestra experiencia personal. Puede haber casos de parejas que pasen todo el tiempo juntos y sean muy felices. Pero bueno, nosotros, en nuestra experiencia personal, creemos que lo más fácil es pasar mucho tiempo juntos, pero también pasar tiempo en solitario con otra gente, un poquito de todo, ¿no? Un poco de equilibrio.
Rebe: Por supuesto. Al final nosotros hablamos de nuestra experiencia y cada caso es diferente, cada pareja tiene una situación diferente; nosotros también somos personas que trabajamos desde casa, así que, ya compartimos bastante tiempo en general, es más normal que luego queramos hacer algo, pues, durante un par de horas separados. No es lo mismo que alguien que está todo el día trabajando fuera y se ven, pues, un par de horas, es diferente, cada situación es distinta y cada pareja tiene que valorar su propia situación, su propia pareja y cómo es su convivencia.
Roi: Está claro. Y, bueno, otra cosa que podemos hablar que nos parece importante a la hora de convivir en pareja, es… Bueno, en general, hablar de todo, ¿no? Tener claro hacia dónde se dirige la relación, si hay algún problema, alguna disputa, si hay algo que te parece mal, pues decirlo y no callarlo.
Rebe: Por supuesto. Al final hablar es clave, es básico para cualquier relación. Y cuando convives con una persona, pues, aún más, porque: “¿Cómo te sientes? ¿Qué opinas? ¿Qué crees que se debe hacer en una situación?”. Pues es muy importante que lo comentes con tu pareja y que tengáis claro, pues, cómo queréis hacer todo. No sirve de nada que tú en tu interior quieras hacer algo si no se lo comentas a la otra persona, puede haber malentendidos si no hablas de ciertos temas. Entonces, creo que hablar es muy importante.
Roi: Y ya hablando de un ejemplo… o de un caso más concreto. Por ejemplo, yo leía que muchas parejas acaban rompiendo por temas relacionados con el dinero. Entonces, yo creo que es importante cuando convives… hablar del dinero, ¿no? Y tener claro cómo va a ser la organización del dinero: quién paga el alquiler, quién paga la luz, vamos a tener una cuenta conjunta o cada uno va a pagar sus gastos, cómo nos vamos a organizar a nivel del dinero. Porque el dinero, nos guste o no, es importante para el día a día y creo que tiene que estar muy claro, ¿no? Cómo se va a organizar la pareja.
Roi: Es que el dinero es un tema que ya normalmente es bastante complicado, entonces, cuando estás con una persona con la que tienes que compartir gastos, con la que tienes que, pues, pagar muchas cosas, facturas de la casa, la luz, el agua, la comida… Un montón de cosas, es importante que esté claro cómo se va a gestionar todo eso, quién va a pagar cada cosa… Al final es un tema que puede generar muchos conflictos, dependiendo de cada persona; pues también si una gana más que la otra, ¿por qué uno paga más?, ¿por qué el otro paga menos? “Yo te invité a cenar el otro día, tú pagaste tal cosa”. Pues, hay que tener todo eso en cuenta, hay que hablarlo, porque si no, al final, puede generar malestar poco a poco dentro de ti y cuando te das cuenta estás enfadado con la otra por algo que es una tontería y tenías que haber hablado en su momento.
Roi: Uhm, sí. Así que, es un punto importante. Y… bueno, también estoy pensando en la gente que se casa, ¿no? Que antes la gente, al menos en España, la gente siempre se casaba de la forma tradicional… en el sentido de que cuando te casas, pues, lo que es mío es tuyo, entonces, todo nuestro patrimonio y el dinero que ingresemos y tal es conjunto. Pero ahora ya no es exactamente así, ahora cuando las personas se casan, en muchas ocasiones, hacen separación de bienes, que quiere decir que cada uno tiene su patrimonio, ¿no? Si tú ganas dos mil euros y yo hago mil, pues, dos mil euros son tuyos y mil euros son míos. Y si luego nos divorciamos, a cada persona le corresponde su dinero. Pero si te casas en gananciales, que es otro régimen que existe, significa que todo lo que gana la pareja es de los dos, todo se comparte.
Rebe: Es algo que… que está cogiendo fuerza, porque al final te compras una casa, te compras un coche, puede que tú hayas pagado la mayor parte de la casa o tú hayas comprado el coche con tu dinero. Y luego te separas, y pues tu pareja se queda con la mitad de tu casa, la mitad de tu coche, con todas tus posesiones. Entonces… pues mucha gente ahora no quiere eso, quiere tener su parte bien clara y se están casando, pues… separando bien las cosas desde el principio. Cada uno, por supuesto, es libre de hacer lo que quiera, hay gente que prefiere que todo vaya a medias y pensar que lo que construyen juntos, pues, es algo de los dos, entonces, cada uno, pues, ahí decide qué es lo que más le interesa.
Roi: Claro, este es un tema muy delicado y que cada persona tiene que hablarlo con su pareja y analizarlo individualmente. Y bueno, Rebe… yo creo que para acabar podemos decir, en nuestra experiencia, como siempre, que… sí, hay que adaptarse, las expectativas no se van a cumplir probablemente, la realidad va a ser distinta, tienes que tener tiempo para ti mismo, todo esto. Pero… van a haber algunas cosas, ¿no?, por mucho que intentes adaptarte, va a haber algunas cosas en las que va a ser difícil adaptarte, o más bien, va a haber cosas en las que no va a estar de acuerdo con tu pareja y va a ser difícil llegar a un punto en común.
Rebe: Es que no todos somos iguales, las personas somos muy diferentes, cada uno tiene su punto de vista en cada tema. Entonces, no siempre puedes adaptarte al otro, hay cosas en las que, pues, tú eres muy firme en tus convicciones sobre algo, crees que algo debe ser de cierta forma y no siempre quieres dar tu brazo a torcer, no siempre quieres decir: “Vale, pues, como tú quieras”, no. Hay veces que quieres hacer las cosas como tú crees que se deben hacer y ahí, pues, puede haber un problema, pero no quiere decir que tengas que enfadarte con la otra persona ni nada así, pues, habrá que llegar a algún acuerdo, eh… Pues, no sé, se me ocurre así de repente que una persona sea más organizada que la otra, pues, por ejemplo; pues… no quiere decir que tengamos que tener la casa, pues, o muy sucia, o muy limpia. Pues, habrá que acordar ciertos límites, ciertas rutinas, qué hace cada uno, cómo organizas la casa, lo que sea. Pues, algunas cuestiones prácticas sobre la convivencia que se pueden acordar y no quiere decir que uno tenga que cedértelo otro todo, ni que el otro tenga que… pues, darle la razón a la otra persona.
Roi: Claro, pero, yo creo que incluso en ese caso, puede ocurrir que a veces, pues, sea imposible llegar a un punto en común; claro, una persona cede un poco, la otra también cede un poco, pero digamos que ninguno de los dos cede lo suficiente como para que haya un punto en común en los que los dos estemos bien. Yo creo que a veces sucede y… puede generar enfados, y está bien, y yo creo que es algo normal. Me refiero, es algo que va a ocurrir y está bien que ocurra.
Rebe: No siempre tienes que estar superfeliz con tu pareja siendo los más felices del mundo, de acuerdo en todo, siempre al cien por cien el uno con el otro. No, a veces discutes con algo y no pasa nada por enfadado durante un par de minutos con la otra persona, pues, tampoco es nada malo. Entonces, pues, hay que asumir que las parejas tienen enfados, a veces no estás de acuerdo con la otra persona y tampoco pasa nada.
Roi: Claro. Solo es en el caso de que haya muchas cosas en las que no alcanzas un punto en común con tu pareja; claro, en ese caso, a lo mejor sí que llega un punto en el que dices: “Mira, mejor rompemos, porque si no estamos de acuerdo en nada, pues… Esto no va a funcionar”. Pero sí que yo creo que es muy normal, en algunas cosas, no ser capaces de llegar a un acuerdo, y bueno, te enfadas, te frustras un poco, pero no pasa nada, es normal que en algunas cosas, pues, no estés de acuerdo… “Dios, no la entiendo. ¿Por qué es así?”.
Rebe: Bueno, pues, espero que esto le haya sido útil a alguien, aunque sea a alguna persona…
Roi: Bueno…
Rebe: O al menos que se hayan reído un rato y que no aprendan nada, da igual, no pasa nada, que no cojan ninguna lección de nosotros.
Roi: Lo importante es aprender y practicar español, luego lo demás… es secundario, ¿no? Lo primero las palabras, expresiones que usamos y la práctica de la escucha en español, de la compresión auditiva. Y luego si os vale de algo esto, pues, bien, pero… tú y yo tampoco llevamos tanto viviendo juntos, Rebeca.
Rebe: Igual cuando algún oyente escuche este episodio ya habremos roto…
Roi: Puede ser, ¿no? Porque esto va a quedar ahí publicado y a lo mejor lo escuchan en unos años y… ya no estamos juntos. Pues, podría ser, pero bueno, al menos podemos decir que ahora mismo somos felices.
Rebe: Sería una nueva lección que aprenderíamos, entonces, podríamos hacer un episodios sobre: “Lecciones que hemos aprendido para romper”.
Roi: “Cómo romper bien con tu pareja”.
Rebe: Por ejemplo…
Roi: Bueno, pues nada, Rebe, muchas gracias por participar en el podcast. Un placer como siempre.
Rebe: Gracias a ti y a los oyentes por escucharnos. Así que, un saludo para todos. Chao, chao.
Expresiones
Las dos caras de la moneda
… con Paco, grabé sobre ventajas de tener pareja, y también ventajas de estar soltero, para mostrar un poquito las dos caras de la moneda.
Significado: expresión usada para aclarar o indicar el hecho de que puede existir otro lado u otra forma de ver determinada situación; que tiene un punto de vista distinto; normalmente se emplea para indicar que algo tiene un lado bueno y otro malo.
Ejemplo 1:
Antes de decidir debes ver las dos caras de la moneda, por ahora solo conoces el lado malo y por eso no te gusta esa idea.
Ejemplo 2:
La noticia nos habla sobre las dos caras de la moneda que existen en la ciudad, sobre el contraste que puede existir entre barrios.
Llevarse un chasco
Y… yo tampoco digo que al no cumplirse mis expectativas me haya llevado un chasco.
Significado: sentir decepción por algo que no cumplió nuestras expectativas.
Ejemplo 1:
Me llevé un chasco cuando vi el verdadero tamaño de lo que compré por internet.
Ejemplo 2:
Nos hemos llevado un chasco cuando vimos el desinterés de los estudiantes por nuestra propuesta.
Verse reflejados
Y creo que algunos oyentes pueden verse reflejados en este ejemplo.
Significado: expresión usada cuando nos sentimos tan identificados con algo que nos vemos plasmados en eso que se está tratando, viendo, etc.
Ejemplo 1:
Me vi reflejado en todo lo que Iván estaba contando, cuando era más joven pasé por algo similar.
Ejemplo 2:
Muchas personas se verán reflejadas en esta historia y sentirán empatía por el personaje.
Ir a medias
Cada uno, por supuesto, es libre de hacer lo que quiera, hay gente que prefiere que todo vaya a medias…
Significado: expresión usada cuando se indica el hecho de dividir algo en mitades o partes iguales en determinada ocasión y ámbito.
Ejemplo 1:
¿Qué os parece si en este viaje vamos a medias? Al volver vemos qué pagó cada uno y dividimos entre todos.
Ejemplo 2:
En el trabajo del colegio vamos a ir a medias. Cada uno hará un parte y después uniremos todo.
Dar el brazo a torcer
… hay cosas en las que, pues, tú eres muy firme en tus convicciones sobre algo, crees que algo debe ser de cierta forma y no siempre quieres dar tu brazo a torcer…
Significado: ceder ante una opinión o hecho que anteriormente rechazábamos.
Ejemplo 1:
Dio el brazo a torcer cuando dijo que estaba de acuerdo con la opinión de Nancy. Es de sabios reconocer que no siempre se tiene la razón.
Ejemplo 2:
Cuando sé que tengo la razón en algo y la otra persona está completamente equivocada, no doy mi brazo a torcer por nada de nada.
Ejercicios
Los ejercicios consisten en un cuestionario interactivo. Haz clic en el botón «Empezar cuestionario» para comenzar. Las preguntas o ejercicios se muestran de uno en uno, por lo que tienes que hacer clic en el botón «Comprobar» y después en el botón «Siguiente» para ver el siguiente ejercicio.
Si ves algún error, experimentas algún problema o tienes cualquier duda o sugerencia, por favor, ponte en contacto con nosotros en: hola@hoyhablamos.com
Muchas gracias por el episodio, ha sido como una sesión terapéutica incluso:) comparto completamente vuestra visión de convivencia en pareja 👍
Muchas gracias Rebe y Roi; fue muy interesante, aprendi muchas nuevas expresiones